El pasado 17 de julio el proyecto “Pollos de la Aldea” ha obtenido el segundo premio en la 1ª edición de los Premios EMPRENDECYL 2015.
El proyecto empresarial consiste en la crianza de pollos ecológicos en el municipio de Aldea de San Miguel, Valladolid, y engloba, entre otras cuestiones, la ecología sostenible, la agricultura regeneracionista, la ganadería avícola ecológica y la sanidad homeopática. La Asociación de Trabajadores Autónomos de Castilla y León (ATA CyL) en colaboración con la Fundación Carlos Moro de Matarromera (FCMM) organizó la 1ª edición de los Premios EMPRENDECYL 2015, para identificar, reconocer y premiar a nuevos emprendedores con iniciativas creativas e innovadoras que generen puestos de trabajo en zonas rurales, promoviendo así el desarrollo económico y local en cualquiera de las provincias de la región de Castilla y León.
Hacemos especial mención en el proyecto “Pollos de la Aldea”, que ha sido un proyecto financiado por la Asociación FiareCyL donde a continuación indicamos las premisas del proyecto:
1.- El proyecto
La creciente inquietud sobre el origen y la calidad de la alimentación, que alimentos comemos. El respeto y sostenibilidad del medio ambiente junto con la consideración del bienestar animal y la seguridad alimentaria, son los pilares básicos que sustentan este proyecto que presento como titular de la empresa.
2.- Impacto y transformación social
El objeto de este proyecto empresarial es la crianza de pollos ecológicos, dentro de un proyecto global de ecología sostenible, agricultura regeneracionista, ganadería ecológica y sanidad homeopática, dentro de un marco de relaciones locales y campesinas, como forma de conseguir el objetivo único de la soberanía alimentaria de los pueblos.
Esta soberanía alimentaria entendida como el derecho de las comunidades a alimentos nutritivos, accesibles y producidos de forma sostenible y ecológica. Se trata de conseguir una política alimenticia que defienda los intereses de la población donde se asienta este tipo de granjas y una defensa de los intereses de las futuras generaciones.
Ya en el año 2000 el Organismo Internacional de referencia de la Sanidad Mundial, la OIE, concluía la clara relación entre el bienestar animal y la mejora, no solo de la carne, sino los beneficios sobre la salud y la calidad de vida.
La crecientes demandas de la sociedad en seguridad alimentaria, la conservación del medio ambiente y el bienestar animal con el alto grado de libertad y aprovechamiento de los recursos del campo, hace que cada día sean más los modelos de producción innovadores con un nuevo concepto de la ganadería, no solo como alimento sino como productores de bienes sociales con clara repercusión sobre la vida de la sociedad, tales, como la conservación del medio ambiente, mejora del paisaje, prevención de incendios, amortiguación del cambio climático, empleo y desarrollo rural.
La comunicación elaborada por la Comisión de la Politica Agraria Común, la PAC, dibuja un horizonte claro hacia el año 2020 y supone el documento base para el diseño de la nueva Política Agraria, donde se fijan entre otros el reto de “ la necesidad reconocimiento del productor y productora agrarios que realizando prácticas sostenibles suministradoras de bienes públicos medioambientales se vea reconocido mediante un pago ompensatorio, ya que estos beneficios públicos no están remunerados a través del funcionamiento normal de los mercados.”
El reconocimiento de tales prácticas a través de la entrega de estos premios EmprendeCyL que han convocado la Fundación Carlos Moro de Matarromera y ATA Federación de Autónomos, es una prueba clara en este sentido y supone un compromiso con el mundo rural de nuestra Comunidad.
El carácter integral de la empresa de Pollos de ala Aldea, se inicia con la propia construcción de los gallineros de forma ecológica. Este tipo de construcción se apoya en materiales amables para el medio ambiente y en la gestión de la energía tanto en su fabricación como en el uso del lugar.
Esta bioconstrucción además de ser un modo de utilizar los recursos de la zona y una adaptación a los materiales que existen en la comarca, barro y paja, se basa en una responsabilidad hacia las futuras generaciones a la hora de conservar el planeta.
Los materiales utilizados paja y barro suponen un sistema de gestión energética totalmente natural, utiliza elementos de la naturaleza que no generan residuos y son inocuos para los animales que van a vivir en ellos y para los habitantes de alrededor.
La sostenibilidad en el empleo es otro de los pilares del proyecto, esta producción agroalimentaria está sustentada y liderada por una mujer, que dentro del mundo rural se encuentra en minoría dentro de este tipo de explotaciones. En nuestra Comunidad de Castilla y León solo un 27% de las explotaciones agrarias están ocupadas por mujeres. El programa de Desarrollo Rural de Castilla y León 2014-2020 establece como actuaciones transversales básicas para el futuro de los sectores agrario y agroalimentario la incorporación de mujeres jóvenes y establece como mandato el desarrollo de una serie de actuaciones específicas para fomentar su incorporación.
El desarrollo del proyecto ha supuesto una creación de empleo ya que numerosas personas han trabajado en la bioconstrucción del lugar, todos los insumos necesarios para la propia cria de pollos hasta llegar a a su consumo supone que se crea trabajo directo e indirecto en el pueblo y en las zonas de alrededor.
3.- Financiación
Por último la financiación de este proyecto supone uno de los aspectos mas creativos y novedosos, ya que ha estado financiado por la Asociación FIARE de Castilla y León, donde personas particulares comprometidas con una economía social y solidaria han invertido económicamente en la creación de esta empresa. Esta Asociación está comprometida con un economía social, solidaria y transformadora del que forma parte este proyecto, enmarcado, todo ello, dentro de un ética en la forma de invertir el dinero y de una responsabilidad social empresarial.
4.- Conclusión.
Con este proyecto de avicultura ecológica “Pollos de la Aldea”, se trata de redefinir lo mejor de nuestra cultura campesina, agrícola y ganadera, en el actual silgo XXI, incorporando saberes y sabores, formación y tecnología junto con el papel de la mujer emprendedora en el mundo rural.
Fomentando vínculos emocionales con la tierra, el territorio, siendo conscientes de la importancia de la producción local de alimentos como elemento generador de trabajo y empleo, de salud, de patrimonio cultural, de supervivencia del mundo rural, mantenimiento de la propia familia de la comunidad y de la naturaleza.
Sembramos autonomías, cultivamos colectividades, cuidamos las interdependencias y alimentamos la sostenibilidad de la vida.
La Fundación Carlos Moro de Matarromera (FCMM) ha entregado los I Premios Emprendecyl 2015. El propio Carlos Moro y la presidenta de ATA en Castilla y León, Soraya Mayo, fueron encargados de entregar los galardones a los 3 proyectos vencedores en esta primera edición.
El jurado de los premios estuvo compuesto por José Antonio Salvador Insúa, decano de la Facultad de Comercio de la Universidad de Valladolid; Félix Moracho, presidente de la Asociación VITARTIS; Rubén Gómez, secretario general de ATA Castilla y León y Esperanza Castro, patrona de la Fundación Carlos Moro de Matarromera. Todos ellos valoraron positivamente todos los proyectos presentados, con especial énfasis en los que han resultado ganadores por su contribución al desarrollo de zonas rurales así como la proyección de futuro, empleo e innovación.
De tal manera se han sido premiados trabajadores autónomos que, a través de sus proyectos empresariales, contribuyen al desarrollo económico de núcleos rurales de Castilla y León:
El primer premio ha recaído en COMOCABRAS, un proyecto de Diego Serrano-Gómez centrado en el sector caprino para el aprovechamiento de los pastos libres de pesticidas de la Sierra de la Demanda en Burgos. Con la utilización de las últimas tecnologías y manteniendo la esencia tradicional y el respeto por el medio ambiente, el proyecto recoge la venta de canal y leche en fresco y la elaboración de productos derivados tanto cárnicos como lácteos. «Elecdomo” ha sido reconocido con el tercero y último premio,dirigido a la realización de instalaciones de baja tensión nuevas, modificaciones y ampliaciones así como el mantenimiento y reparación de las mismas. Su plan se basa en las premisas de accesibilidad, diseño y seguridad en diferentes municipios de la provincia de Valladolid.
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